Son muchos los beneficios que puedes obtener al aprovechar la plusvalía de tu casa para sacar un préstamo, entre los cuales se encuentran:
- Posibles beneficios fiscales: muchas veces los intereses que pagas son deducibles de impuestos. Consulta a tu asesor de impuestos para conocer si lo anterior se aplicaría a tu caso.
- Mensualidades más bajas: las tasas de interés por lo general son menores que las de tarjetas de crédito y otros préstamos personales, por lo que tus mensualidades podrías ser más bajas.