Todos podemos realizar pequeños cambios para reducir nuestros desechos plásticos.

La basura es resultado de la civilización. Mientras el planeta entero realiza esfuerzos a gran escala para controlar la polución y los desperdicios, cada uno de nosotros puede contribuir realizando actos individuales que ayudan al planeta. Si reciclamos la mayoría de nuestros desperdicios reduciremos nuestra huella de carbono, conservaremos recursos naturales existentes y ahorraremos energía (y dinero). No obstante, antes de reciclar, nuestros esfuerzos irán mejor si comenzamos por reducir el uso de plástico.

Los más visibles son los desechos plásticos. La razón de eso es que son más duraderos, y apenas biodegradables. Eso significa que el tiempo que la naturaleza tarda en destruir el plástico y absorberlo como recurso –en la tierra, el agua o el aire- es mucho más largo que otros materiales.

Durante miles de años los humanos no necesitamos del plástico. Para comprar, envolver y transportar usábamos tela, metal y papel. Entonces se descubrió el petróleo y con él, las materias primas de refinería –los subproductos del crudo- que se usaron para la creación de plásticos en masa baratos. El cambio al plástico comenzó en los años 50 y desde entonces este material es parte de nuestra cultura.

Los desechos plásticos son una de las mayores causas de polución del planeta; la acumulación de plástico de uso personal, microplásticos y nano plásticos en el medio ambiente afecta a la fauna, la humanidad y todos los hábitats.

Los plásticos grandes y de uso humano

Todos hemos visto las imágenes y videos: el plástico es el material más ubicuo, que destruye hábitats terrestres y marinos. El peligro que representa para la fauna es triple:

1. El atrapamiento – los animales acaban atrapados y/o enredados en plásticos.
2. La ingesta – los animales se alimentan de restos que contienen plástico, o piensan que el plástico es comida.
3. La interacción – los grandes plásticos interactúan y allanan hábitats y los animales autóctonos.

Plásticos pequeños

Se dividen en dos tipos. los microplásticos son microplásticos son pequeños trozos de plástico -diminutos pero visibles- que acaban en el suelo, el agua y las cadenas alimenticias animales y humanas.

Los nano plásticos son más pequeños e invisibles por el ojo humano.Provienen de la ruptura de microplásticos en partículas menores, así como de la descomposición –por ejemplo, al calentar plástico en el microondas-.

Todavía no hay muchos estudios que hayan analizado la toxicidad de estos plásticos que ingieren los animales; no obstante, aunque hay claros problemas que provienen de la sobreabundancia de microplásticos y sus versiones menores en los sistemas digestivos animales. El primer problema es que como estos materiales no son digestibles, se mantienen indefinidamente en los estómagos de los animales, reduciendo la cantidad de comida que pueden ingerir, y por consecuencia sus niveles de energía; eso incrementa su mortalidad por circunstancias externas.

Toxicidad para humanos

Hay médicos por todo el planeta estudiando la toxicidad del plástico para el ser humano. Uno de los estudios más recientes muestran que los nano plásticos se vinculan a las proteínas en el flujo sanguíneo, lo cual puede causar obstrucciones; y las partículas más minutas, cuando se ven envueltas en procesos químicos en el flujo sanguíneo causan la muerte de leucocitos y glóbulos rojos.

Actos personales de protección

El reciclaje es un gran modo de reparar parte del daño que causamos consumiendo plásticos de un solo uso; sin embargo, tanto nosotros como el planeta nos beneficiaríamos más de cualquier esfuerzo por no usar plástico en primera instancia. Aquí hay algunas cosas sencillas que te ayudarían a reducir el uso personal de plástico:

• Usar bolsas de la compra Fuertes, reutilizables que se puedan lavar para realizar la compra de la semana.
• ¿Compras a menudo comida para llevar? Puedes llevar un

  contenedor estilo bento y pedir que te pongan la comida ahí. Podrás lavarlo en casa o la oficina después y seguir usándolo (y sí, en los restaurantes te pondrán la comida ahí dentro e incluso te lo agradecerán).

• Evitar la compra de verdura o fruta ya envuelta en envoltorios y bandejas de plástico, usando bolsas de tela propias.
• Comprar pan fresco no envuelto.
• Examinar tu rutina de higiene diaria y semanal. ¿Sabías que hoy en día puede comprar champú, suavizante y loción para la piel en formato barra? ¿Y que duran más que las versiones líquidas? ¡Imagina la cantidad de plástico que ahorrarás si usas los tres!
• Dejar de usar pajitas, palitos de algodón y utensilios de comer hechos de plástico. Existen alternativas a las tres cosas fabricadas de otros materiales.
• Cambiar tu estilo de vida para llevar siempre una botella de agua para rellanar y contenedores de comida para llevar.
• Lavar la ropa solamente cuando es estrictamente necesario. Esto reducirá considerablemente la cantidad de fibras plásticas que sueltas en el suministro de agua.
• Dejar de utilizar los pañuelitos de un solo uso que además vienen envueltos en plástico. Durante siglos los seres humanos hemos sobrevivido con toallitas de mano lavables y pañuelos, y ¡se siguen vendiendo en las mismas tiendas de siempre!

En el siguiente artículo hacemos recomendaciones para aprovechar tu reciclaje del plástico al máximo.