En la temporada de la solidaridad, recordemos también a la madre tierra.
En este blog hemos hablado de cómo ahorrar para y durante las fiestas. Como este va a ser posiblemente el año más cálido de la historia, también queremos hablar de la posibilidad de tener una navidad más responsable para con el planeta. ¡Te traemos algunas ideas!
Las tarjetas de Navidad
Cada estadounidense recibe un promedio de 17 tarjetas de Navidad cada año. Es lindo recibir y enviarlas a nuestros seres queridos y amigos. No obstante, tienen un impacto acumulativo altamente dañino: están plastificadas y el coste de combustible para su transporte global es inmensurable. Te proponemos tres alternativas:
Puedes usar tarjetas antiguas que tenías guardadas; se pueden cortar para crear nuevos diseños usando papel reciclado de manualidades. Es una idea muy buena si tienes hijos, ya que su creatividad no tiene límites.
Puedes enviar una tarjeta de Navidad electrónica usando una página gratuita, como 123Greetings.
Crea tu propia tarjeta electrónica con una foto de calidad. Si no tienes una foto adecuada, puedes usar una de las increíbles imágenes gratuitas que hallarás en Unsplash. Es una página de imágenes que los fotógrafos comparten de buena fe, sin derechos.
El árbol
El gran debate. Los árboles artificiales son de plástico, pero duran mucho más y no implican la tala de un árbol distinto todos los años. Y el árbol talado representa una opción más verde solamente si lo pensamos en términos de un año. Ambos conllevan un impacto medioambiental.
¿Qué escoger? ¿Por qué no buscar un árbol plantado en su propia maceta? Deberás regarlo durante las fiestas y con suerte puedes usarlo un par de años. Después lo plantas fuera. Es dinero bien gastado en favor de nuestro planeta.
¿Qué hay con los regalos?
Nos pasamos horas buscando el regalo ideal, y yendo de compras. Para un momento y piensa: ¿qué te regalaron para Navidad el año pasado? ¿Te acuerdas?
Lo más probable es que no recuerdes más que algún regalo. La razón de eso es que la Navidad es temporada de compartir experiencias con tus allegados, y no de dar, y dar, y dar. Por lo tanto aquí van algunas ideas:
Regalar experiencia. Clases de arte plástica, cocina o alguna manualidad relevante. O puedes enseñar a alguien a hacer algo que tú sabes hacer, como cocinar, tocar un instrumento musical o a usar un programa especializado.
Experiencias compartidas con esa persona: entradas para un concierto, un evento, un parque de atracciones o un spa.
Regalos confeccionados con materiales reciclados. Todas las tiendas y plataformas de venta en línea tienen esta categoría, con cientos de ideas.
Regalos éticos/amables con el medio ambiente. Si realizas esta búsqueda en Amazon o sitios como Etsy, verás multitud de opciones para inspirarte.
Son especialmente aptos para el que lo tiene todo. Puedes realizar una donación para mejorar el planeta en su nombre y regalarles el certificado.
El papel de regalo
Al igual que con las postales navideñas, el papel de regalo producido en masa se puede reciclar. Lo mismo ocurre con los lazos de plástico. Aquí van unas alternativas prácticas:
Buscar papel de envolver mate, ya que eso significa que no lleva plástico.
Usas papel de regalo hecho de papel reciclado.
Tiras de la creatividad: se puede usar papel marrón de envolver y decorarlo con diseños personalizados con pegamento y purpurina. Si no eres manitas con el pegamento, hay “lápices” de purpurina. Tendrás un resultado 100% único.
Evitar la cinta adhesiva usando papel más grueso y cerrando el envoltorio con lazo de tela y un detalle decorativo.
Usar bolsas de regalo sin personalización para que la persona las pueda volver a usar.
Envolver en retales de tela en vez de papel.
Para comer
Sin debatir si es bueno comer o no comer carne, hay maneras de hacer que tus comidas sean más amables para con el planeta:
Comprando productos locales siempre que sea posible.
Evitando el consumo de pescado en las listas MSC de conservación pesquera. Es cierto que las piscifactorías y empresas pesqueras están realizando avances en la protección de especies. No obstante, esta pesca se halla protegida precisamente por nuestro consumo desmesurado. Cuanto menos lo compremos, menos pescarán.
No comprando carnes rojas de zonas de producción masiva en contra del medio ambiente.
Cocinando tú (con ayuda de amigos y familia).
Haciendo el esfuerzo consciente de no comprar refrescos y bebidas individuales: comprando vino en caja, evitando los refrescos carbonados, y comprando zumos –sobre todo locales- siempre que sea posible.
Y eso es todo.
Desde OAS FCU te deseamos que, estés donde estés, tengas unas maravillosas fiestas, y te enviamos nuestros mejores deseos para el año entrante.
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