“El apoyo del sector cultural y la economía creativa es clave en la diversificación de la actividad económica. Los medios, museos, teatros, cines y toda su infraestructura relacionada tienen un impacto positivo en la sociedad al permitir el desarrollo economómico y la proliferación de ideas e innovaciones que nos llevan a progresar”.

Youssou N’Dour, cantante, compositor y productor senegalés

Nuestra nueva entrega en la serie de artículos sobre las economías menos conocidas analiza el fenómeno de la economía creativa.

¿Qué es?

La economía creativa (también apodada economía naranja) es el sector más abstracto de la economía, ya que se centra en el conocimiento y las ideas. Abarca dos grandes subgrupos económicos:

• La cultura: el arte, entretenimiento, la gastronomía, la arquitectura, el diseño, la moda y la publicidad, etc. y
• El conocimiento: la investigación y desarrollo, la educación, la informática y las telecomunicaciones, el gaming, la alta tecnología, la robótica y nanotecnología, así como la inteligencia artificial y la industria aeroespacial.

La actividad de la economía naranja se marca por la actividad intelectual de aquellos que trabajan en sus sectores. Esto significa que, gran parte de su poder se basa en la propiedad intelectual.

La propiedad intelectual

Esta propiedad se distingue por su carácter intangible en muchos casos. Los tipos de propiedad intelectual más conocidos son: el derecho de autor, las patentes, las marcas registradas y los secretos industriales-comerciales. Pero también hay propiedades intelectuales que no pertenecen a una sola persona o entidad, sino a ciudades, regiones, e incluso naciones; tal es el caso de la denominación de origen, y los patrimonios reconocidos de la UNESCO.

Otras características de la economía creativa

• Las personas que trabajan en las industrias creativas valoran el motivo de su trabajo así como los esfuerzos que realizan, mucho más allá del dinero o prestigio. Buenos ejemplos son los pequeños grupos musicales o los científicos que trabajan en la química molecular.
• A pesar de eso,  los frutos de sus trabajos suelen ser únicos, y su valor es a menudo independiente de su funcionalidad. Este es el caso de una obra de arte, o las patentes de las vacunas, un tema muy discutido hoy en día.

  

• Por la misma razón, estos productos se crean sabiendo que existe la posibilidad de que no funcionen o gusten al cliente o al público. Por ejemplo, por cada gran éxito musical que se publica en un año hay miles y miles que nunca convencen.
• Finalmente, la sociedad y el rápido avance en conocimientos a menudo hacen que el tiempo sea un factor crucial en el éxito y la vida de los productos. Demostraciones de esto fueron los otros dos sistemas de video que sucumbieron al VHS en su día, los grupos musicales de solo un gran éxito, o la corta existencia de los minidiscos.

La importancia monetaria de la economía creativa

De acuerdo al Fondo de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible, la economía creativa es el sector de la economía global que crece con más rapidez en la actualidad. Ofrece empleo a casi 30 millones de habitantes del planeta y tiene un valor de 2.250 billones de dólares. Es además la economía que más empleo da a los más jóvenes de 29 años.

En el caso de muchos países este sector representa una parte cuantificable del producto interior bruto, o PIB. Tal es el caso en el 4,8% en México, 11% en los Estados Unidos, y el 12,8% en España.

Y su importancia cultural

La innovación es fruto de la combinación de conocimiento y creatividad. Ese desarrollo es el que promueve que la civilización avance. La importancia de la industria creativa crece cada vez más en la era postindustrial moderna. No solo está creciendo y generando más empleo: promueve la diversidad cultural en el mundo entero.

La economía creativa es cultura. Promueve el diálogo, la creatividad, la diversidad y el entendimiento entre gentes. Fomenta el desarrollo social y trae consigo la inclusión y el desarrollo continuo de la sociedad misma.