Crear una contraseña segura es un paso esencial para protegerte en línea. Usar contraseñas largas y complejas es una de las formas más fáciles de defenderte del ciberdelito. Ningún ciudadano está exento de riesgos cibernéticos, pero hay medidas que puedes tomar para minimizar tus posibilidades de sufrir un incidente.
Lista de consejos para crear una contraseña:
Crear una contraseña segura es más fácil de lo que piensas. Sigue estos consejos sencillos para protegerte en línea:
- Haz que tu contraseña tenga ocho caracteres o más. Crea una contraseña con ocho caracteres o más y una combinación de letras, números y símbolos.
- Usa una frase de contraseña larga. Utiliza una frase de contraseña como un titular de noticias o incluso el título del último libro que leíste. Luego añade algo de puntuación y mayúsculas.
- No hagas contraseñas fáciles de adivinar. No incluyas información personal en tu contraseña, como tu nombre o los nombres de tus mascotas. Esta información a menudo es fácil de encontrar en las redes sociales, lo que facilita que los ciberdelincuentes hackeen tus cuentas.
- Evita usar palabras comunes en tu contraseña. En su lugar, sustituye letras por números y signos de puntuación o símbolos. Por ejemplo, “@” puede reemplazar la letra “A” y un signo de exclamación “¡” puede reemplazar las letras “I” o “L”.
- Sé creativo. Utiliza reemplazos fonéticos, como “SH” en lugar de “CH”. O comete errores deliberados pero obvios en la ortografía, como “Aloja” en lugar de “Aloha”.
- Nunca compartas tu contraseña. No le digas a nadie tus contraseñas y cuidado con los atacantes que intenten engañarte para revelar tus contraseñas a través de correo electrónico o llamadas.
- Cuenta única, contraseña única. Utiliza contraseñas diferentes para diferentes cuentas y dispositivos, de manera que, si los atacantes adivinan una contraseña, no tendrán acceso a todas tus cuentas.
- Utiliza una autenticación más fuerte. Siempre opta por habilitar una autenticación más fuerte cuando esté disponible, especialmente para cuentas con información sensible como tu correo electrónico o cuentas bancarias. Una autenticación más fuerte ayuda a verificar que un usuario tiene acceso autorizado a una cuenta en línea. Por ejemplo, podría ser un PIN único enviado por mensaje de texto a un dispositivo móvil, proporcionando una capa adicional de seguridad más allá de la contraseña y el nombre de usuario.